¿La Guerra del Coltan o la Cuarta Guerra Mundial?



Petróleo en Google ofrece 22 millones de resultados. Coltan 200.000.


Pronto estas cifras cambiarán radicalmente. El Coltan es el intermediario más imperativo entre tu teléfono móvil y el Tercer Mundo, o vínculo terrible entre la evolución tecnológica espacial y la injusticia humana.


Se dice que ha producido 4.000.000 de muertos: cifra simbólica, artificial, y minimista. Son muchos más. Seguro. Y lo serán.

Extraído y comercializado legal o ilegalmente, el coltan es una lucha presente, y un futuro conflicto.


El “columnita tantalio” se encuentra (dicen) en un 80 % (cuánta exactitud) en la República Democrática de Congo. Esto explica por qué hay una guerra en este país desde el 2 de agosto de 1998, por qué dos países africanos, como Ruanda y Uganda, ocupan militarmente parte del territorio congoleño y por qué hay tantas muertes. Y es que el coltan es un metal esencial para el desarrollo de las nuevas tecnologías, las estaciones espaciales, las naves tripuladas que se lanzan al espacio y las armas más sofisticadas. Para la ciencia de la teledirección y el multimedia, es decir, las claves de la tercera revolución industrial.

El Congo es un país que en la última década no estado libre ni siquiera del acecho de la ONU: «Kofi Annan admite que empleados de Naciones Unidas en el Congo cometieron abusos sexuales» (2004). El Congo ha sido el mayor fracaso de Kofi Annan y la organización en los últimos tiempos. Todas estas guerras en África (El Chad, Nigeria, Etiopía, Ruanda…) nos llegan/las contemplamos desde lejos. La espiral mediática no cubre nada, tan sólo moldea un estereotipo: negros y conguitos entre armas y calaveras. Sensacionalismo e hipocresía. Pero, una cosa está clara: nos interese o no, estos conflictos nos influyen directamente.














Nueva novela de Vázquez Figueroa sobre el Coltan:


Una propuesta muy interesante, que sin embargo, tiene muchos inconvenientes.


Se trata de una novela tal y como dictan las normas y gustos actuales: bajo el uso de la pseudoficción, envolviendo a personajes inventados en tramas realistas. Pero tras la lectura de pocas páginas, el lector descubre incongruencias propias de una práctica de escritura automática. Así, grandes tiburones de la bolsa citan a Leonardo Da Vinci entre sus conversaciones; una ex-terrorista iraquí es una fugitiva en Estados Unidos, y su credibilidad es nula, por la forma de expresarse tan directa y “occidentalizada”. No faltan repeticiones, hasta el aburrimiento, de estructuras paralelas, simples, o idénticas, como “fue la respuesta”, una y otra vez, una y otra vez, o el uso repetido de términos tan poco comunes y de pronto arrejuntados, como “pantagruélico”.

Si intentamos obviar estos pequeños errores, que se convierten en desmotivaciones de necesaria revisión, y pasamos a la parte reivindicativa, la novela gana muchos puntos. Los escenarios por los que discurre Coltan han sido visitados por el autor, quien se crió en África y además colaboró como corresponsal en El Chad, El Congo, Guinea o Guatemala.

No le faltan cualidades al veterano escritor tinerfeño, que no obstante, no ha puesto en práctica durante la elaboración de Coltan. No creo que sea, como él mismo afirmó en una entrevista realizada por la Cadena Ser, unos días antes del estreno, que «se tenga suerte con hallar la clave del éxito». En realidad lo que falla es la idea principal: ¿Dónde está el coltan en la novela? Es algo intangible, un elemento de unión de todas las historias que se cuentan, pero NADA MÁS. Digo nada más porque, durante las “primeras” doscientas páginas, el lector ha debido ser muy fiel para seguir leyendo, si lo que espera es la aparente crítica a la guerra de Ruanda, o la explotación del coltan. Estos conflictos actuales son sólo UN RECURSO para contar una historia DIFERENTE: la de un terrorista cubano sin escrúpulos. Y ahí muere la búsqueda del lector interesado.

Si hay: una crítica a la privatización de la guerra, las empresas de “seguridad” privada como Blackwater, la ambición y capacidad de actuación infinita de las multinacionales, por encima de los Estados y la ONU, y un largo etcétera. Alberto Vázquez Figueroa parece entender perfectamente cómo funcionarán las relaciones internacionales del futuro. Pero todos los asuntos en torno al “columnita tantalio”, parecen sencilla y explícitamente sacados de Internet.

Al fin y al cabo, una forma de vendernos una historia.


Pero… ¿qué pasará con el coltan?



Fuentes:

http://www.cadenaser.com/articulo/internacional/Kofi/Annan/admite/empleados/Naciones/Unidas/Congo/cometieron/abusos/sexuales/csrcsrpor/20041119csrcsrint_7/Tes/


http://www.elpais.com/articulo/futuro/coltan/mineral/estrategico/elpepusocfut/20070926elpepifut_4/Tes

http://latinoamericana.org/2003/textos/castellano/Coltan.htm


http://www.vazquezfigueroa.es/




Literatura desde alguna esquina


5 de junio de 2oo8,
presentación del poemario Caza Furtiva y La Invitación a Herzat y otros relatos,
en la Facultad de Bellas Artes, ambos libros publicados en Padilla

De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco. Cito:
«Federico González Domínguez observa, presta atención, no pestañea. Ajeno al ritmo social, al culto a la velocidad, a la prisa y al vértigo, reflexiona sobre los sucesos que ocurren a su alrededor. La serenidad es virtud estoica. Repasa, cavila, medita, suma los instantes de cada día para recomponer una vida, su vida [...]
Federico González Domínguez recuerda, hace memoria. Sentado ve pasar el tiempo, exhuma momentos que no quieren quedar arrinconados, recuerdos que un día fueron instantes sutiles, perlas riquísimas que dan valor a una vida, su vida [...]
Federico González Domínguez busca el cosmos en el caos, la armonía en el desorden, la serenidad en el tumulto. El silencio es el vehículo para la reflexión, pero la tranquilidad, la calma, la quietud son hoy valores trasnochados. Es sólo un hombre con delirios divinos.
Federico González Domínguez es filósofo errante, un rapsoda con vocación de samaritano. Su tristeza es infinita. Perturbado, aspira a la redención del hombre pero predica en un desierto de luces y consumo donde su voz es ignorada.

Conozco a Federico desde hace años y sé de su anacronismo, de su andar a contramano. En una sociedad acelerada, dominada por la imagen y el consumo, él simplemente lee; lee incesantemente, incansablemente, tenazmente; lee para intentar saciar su infinita ansia de conocimiento, un ansia que no tiene límites, ni metas. Codicioso, avaricioso, egoísta aspira a la sabiduría pero sabe que está condenado por los dioses, como las nereidas, a llenar un pozo sin fondo.
Federico sabe escuchar lo que dicen las palabras: los susurros de los muertos, los gritos desgarrados de los vivos, las enseñanzas de los sabios, los descarríos de los lerdos; atesora disparates, juicios sumarísimos, sentencias solemnes. Se sienta, ve pasar el mundo a su alrededor y condensa instantes valiosos que, como en una escala musical, van componiendo la melodía de su existencia.
Federico no es un hombre sencillo, no es un individuo "a la actual usanza", es un intelectual, un eremita en un inhóspito entramado de hormigón y alquitrán.
[...] Sin pretensiones, generosamente, nos ofrece una transfusión de vida interior y sabiduría, previamente mendigada por él en la tierra».


José María Sánchez Sánchez (Cortegana-Sevilla. Enero de 2008)
Prólogo recortado de Marginalia, obra no publicada del autor


No he podido evitar movilizar en estas breves líneas la eternidad fugitiva de la presentación de estos libros, ante la saturación de publicaciones a la que estamos expuestos, y el escaso grado de selección que podemos desarrollar, sobre qué queremos leer, y qué queremos que se escriba. Porque... como decía María Elena Walsh: «donde no hay libros hace frío. Vale para las casas, las ciudades, los países. Un frío de cataclismo, un páramo de amnesia».
El conocimiento no llega a nosotros, a nuestras vidas, de manera automática. No lo compramos tampoco, apostando por universidades con más recursos, o librerías multinacionales. Funcionalizar el conocimiento, es perder el roce de éste con los dedos, es obviar el tacto del papel inocente, a favor la gélido libro de maquetación extraordinaria. Es democratizar la apariencia. Por eso los mejores libros, son los más sucios y gastados. A ellos deberíamos recurrir.


«Yo deseo… que se encuentre una nueva relación entre el conocimiento y la vida.

En el sentido de que el conocimiento le sirva, no a la muerte, sino a la vida».

Alberto Moravia, Mi vida.


De Caza Furtiva, extraigo: Un hilo de acero tensa las horas

Un hilo de acero tensa las horas:
estrecho tragaluz de espera.
Quedarse es absurdo.
Salvadora tenaza de afiladas cuchillas:
¡córtala!; y tú, tarde, consúmete y deja paso
al juego acorde de la noche.

Tiempo. Literatura. Historia. Vida.
Se nos escapan de las manos...


Convergencia de Opinión Pública ante la Ley de Memoria Histórica

1) Introducción:

Definición de la Wikipedia: «Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura. Incluye el reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil de ambos bandos, las victimas de la dictadura, la apertura de fosas comunes en las que aún yacen los restos de represaliados por los sublevados en la Guerra Civil, hasta entonces realizadas desde entidades privadas (como la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y el Foro por la Memoria) o comunidades autónomas a la espera de subvenciones estatales o la retirada de los símbolos franquistas de las vías públicas».

La Ley de Memoria Histórica es un tema de actualidad e interés nacional, que afecta al Gobierno, a la Oposición, y a diversos sectores como la Iglesia, jueces y magistrados, enseñanza… No es un asunto a pie de calle, pero tampoco es de desconocimiento general. Tiene tempestividad y candencia, tanto antes de su aprobación (por el Congreso de los Diputados el 31 de octubre de 2007 y previamente por el Consejo de Ministros el día 28 de julio de 2006) como después de ella. De manera que la macrofísica del asunto es de conocimiento general. Y en la microfísica han comenzado a verse los efectos de esta ley, y especialmente los diarios locales han mostrado su apoyo o rechazo mediante las políticas de sus ayuntamientos, alcaldes, etc.

Siendo la norma más polémica de la legislatura socialista 2004-2008, quisiera comprobar los efectos a corto y largo plazo sobre esta propuesta: la sensibilización de la opinión pública ante este tema; el nivel de aceptación o rechazo. Hay una gran diversidad de opiniones, siendo la Iglesia la que más se opone a la propuesta de Ley del Gobierno socialista. Y este obsesivo e interesado enfrentamiento se ha plasmado ferozmente durante los últimos meses en los medios de comunicación. Pero también Izquierda Unida ha criticado el proyecto, así como los populares. Pretendo establecer una fusión de opiniones sin centrarme en ningún punto en concreto. Con esta convergencia se podrían sacar algunas conclusiones generales.

Interesa esta temática como complemento a la formación sobre materia de memoria histórica. Interesa no sólo la historia sino el modo en que esta se comprende y se estudia en la actualidad. Sobre todo por su vinculación con la Intrahistoria.

2) Ley de Memoria Histórica: Ley 52/2007, publicada en el BOE el 27 de diciembre de 2007.

http://www.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?coleccion=iberlex&id=2007/22296

Revisando no demasiado la ley, se puede comprobar que no está carente de intereses, y se aprecian una serie de subjetividades, explícitas o implícitas, como ya pasó con la Ley de Partidos durante el gobierno popular, u otras propuestas.

Ejemplo: Al igual que la citada Ley de Partidos mostraba una especial inclinación por la privatización de Batasuna (tanto que el Tribunal Constitucional la retrotrajo por vulnerar algunos derechos constitucionales como el de que los miembros de un partido con antecedentes de terrorismo o crímenes impliquen la ilicitud automática del partido), la Ley de Memoria Histórica no está carente de algunas trampas o tretas.

Aparenta ser una declaración antifranquista más que otra cosa. En este sentido, es bastante favorable que tengamos al TC, ya que este tipo de propuestas de leyes, decretos-ley o decretos legislativos, están muchas veces ciegamente interesados y no respetan algunos aspectos constitucionales. Al menos, entre tanto leguleyo, hay un organismo regulador y vinculante. Aunque la opinión pública no suele ser consciente del funcionamiento y entramado del sistema legislativo, y en este aspecto, es bastante manipulable, por lo que prima la inercia y el conductismo de lo que dicten los medios.

* Opiniones a favor y en contra. Medios de comunicación. Líderes de opinión.

La Ley de Memoria Histórica se ha convertido en todo un media-event que ha supuesto un foco clave de la legislatura socialista 2004-2008.

El PP se ha venido oponiendo a esta Ley desde su propuesta inicial. Juan Costa, consideró que la Ley de Memoria Historia, durante su trámite en el Congreso a finales del año pasado, «es un capricho más del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, a su juicio, ha tenido como objetivo básico en esta legislatura: dividir al conjunto de los españoles». Continua: «es sumamente grave que el Gobierno quiera utilizar el pasado con el único objetivo de hacer política y romper los consensos básicos, que han sido la garantía de estabilidad política durante los últimos años».

Por contrapartida, Cándido Méndez, secretario general de UGT, se ha mostrado favorable a la Ley de Memoria Histórica: «Me gustaría que se incorporaran los dos partidos que no se han incorporado hasta este momento (PP y ERC). De lo que se trata es de cerrar heridas que todavía mantiene una parte de la población española en relación con la tragedia de la guerra civil. Se trata de cerrar heridas para rescatar del olvido a aquellos que fueron perseguidos y asesinados por el fascismo y resarcir la humillación que padecieron sus familiares. Es un episodio de la historia de España que a 30 años del inicio de la democracia, cuando las tensiones relacionadas con la guerra civil están amainadas, es el momento de restituir esa memoria y de resarcir esa humillación. Hubo otros que fueron resarcidos a lo largo de más de 40 años, ha llegado el momento de que los defensores de la república de aquel entonces obtengan el reconocimiento».

Jaime Mayor lanzó una ofensiva contra la ley: « ¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo si hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y normalidad?, ¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles? Concluyó lanzando la siguiente sentencia: «Algunos dicen que las persecuciones en los pueblos vascos fueron terribles, pero no debieron serlo tanto cuando todos los guardias civiles gallegos pedían ir al País Vasco. Era una situación de extraordinaria placidez».

Carlos Fidalgo, en el Diario de León: «Alguna gente piensa que la Ley de Memoria Histórica, a punto de promulgarse después de una larga negociación, será el punto final al periodo de la Transición a la democracia en España, que no habría terminado con el fracaso del golpe de Estado de Tejero, ni con la victoria del PSOE en las elecciones de 1982, ni siquiera con la llegada de Aznar y el PP, la nueva derecha democrática, al Gobierno en 1996, porque obvió a las víctimas de la represión franquista en aras del consenso. Lo importante era evitar cualquier posibilidad de involución del régimen, o incluso un nuevo alzamiento militar».

En Wikipedia, se dice: «En julio de 2007 el líder de la oposición, Mariano Rajoy, prometía derogar esta propuesta de ley que calificó como "asunto incomprensible" si conseguía ganar las siguientes elecciones (2008). Sin embargo, durante su tramitación por parte de la Comisión Constitucional del Congreso su partido votó favorablemente varios de sus artículos».

Por tanto, resumamos algunas adjetivaciones o calificaciones que se han venido dando de la Ley, en los medios de comunicación:

a) Positivas:

- Cerrar heridas

- Resarcir Humillación

- Fin del periodo transicional

b) Negativas:

- Capricho

- Elemento de división

- Espíritu Sectario.

- Asunto Incomprensible

Hay una terminología (a veces bastante rebuscada), por parte de los líderes de opinión, con el fin de fomentar dos principales posturas, la de aceptación o rechazo a la ley. El dicotómico enfrentamiento de razón dialéctica muestra el escaso criticismo de las audiencias. Y lo demuestran sistemas mediáticos que surgen de todo esto, como los sondeos de opinión.

Sondeos de opinión publicados: Estas encuestas no son científicas y sólo reflejan la opinión de aquellos lectores que han elegido participar. Por tanto, los resultados no representan necesariamente la opinión de los internautas en general o de los lectores de esas páginas.

a) Encuesta en la página del diario 20 minutos:

¿Crees que la Ley de Memoria Histórica es necesaria?

66% Sí, las víctimas se merecen el reconocimiento. 10.652 votos.

25% 25% No, fomenta la división de 'las dos Españas'. 4.013 votos.

8%8% No me interesa. 1.356 votos.

TOTAL: 16.021 votos.

b) Encuesta en Diario Ibérico: ¿La Ley de Memoria Histórica es…?

http://hemeroteca.diarioiberico.com/edicion-1389/encuesta/la-ley-de-memoria-hist%F3rica-es...-5574.html


Suficiente: 5 %

Insuficiente: 49 %

Innecesaria: 45 %

Otros: 1 %

c) Encuesta en Fundación Trece Rosas: (Fundación creada en 2005, por un equipo de personalidades comprometidas con la justicia social e histórica, vinculada al PSOE y presidida por el diputado socialista José Cepeda). ]

Muy necesaria

76.49%

(1103 votos)

Necesaria

10.19%

(147 votos)

Poco necesaria

1.60%

(23 votos)

Innecesaria

10.82%

(156 votos)

Ns/Nc

0.90%

(13 votos)

Tomando estas fuentes y conociendo aunque sea levemente sus intereses, se descubren claramente los fines: no buscan conocer la realidad de la opinión del electorado, sino influir en la decisión de ese mismo electorado. La movilización es un factor clave para crear, financiar y promover encuestas. Con estas encuestas, la realidad se abstrae, se simplifica, se maquilla cuando menos, y se ofrece, digerida, regurgitada, en números y resultados. Y esto se hace tangible comparando unas con otras.

Los datos se vuelven obsesivos, y en numerosas ocasiones, mediante discurso referido, citas indirectas y otras fórmulas, desaparecen las fuentes: he encontrado casos como los siguientes:

«… En octubre de 2005, el CIS dio a conocer una encuesta en la que el 73 por ciento de los españoles consideraba justo reparar a las víctimas de los dos bandos».

«…Pocos saben qué pasó en la Guerra Civil, quienes eran los protagonistas, ni se sienten implicados, pero alrededor del 80 por ciento apoyan esa ley…»

Aquí se está eliminando todo signo de objetividad, para tantear el terreno de la opinión pública en torno a un asunto como la Ley de Memoria Histórica. Entra entonces la peor parte de la corazonada periodística o el refrito (cuando no, los datos casi inventados). La intuición periodística en algunas fuentes, especialmente en Internet, convierten estos datos en promovedores de falsedad.

El Gobierno prepara una Ley de Memoria Histórica.

¿La cree conveniente?

Respuesta

PP

PSOE

IU

30,4

70,5

80,0

NO

51,3

14,9

16,0

Ns/Nc

18,3

14,6

4,0

http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=6156

He llegado incluso a ver una encuesta sobre la Ley de Memoria Histórica, con un 80% de aceptación en votos. La encuesta estaba cerrada, y cuando fui a ver el número de votos, no superaba los 50. Esto dice mucho de cómo nos quieren dar la información.

La función clave de todo este tipo de estratagemas tiene un factor clave: el de sensibilización de la opinión pública. Sensibilizar posturas, reforzar las ya existentes y a la vez dar la sensación de información veraz.

3) Análisis: La aplicación del artículo 15 de la Ley

Los medios de comunicación parecen haberse obsesionado de manera monotemática en la eliminación de símbolos del régimen en las diferentes ciudades, de manera que la ley parece no tener otras finalidades, en vista de la audiencia, de la opinión pública. Hablaba antes de macrofísica y microfísica: algunos ejemplos que han reflejado la aplicación práctica de la ley serían los siguientes:

a) En Huelva ha de cambiarse el nomenclátor de 20 calles, sustituir emblemas preconstitucionales del edificio de la Aduana y la Comandancia de la Marina.

b) Valencia: La alcaldesa Rita Barberá (PP), manifestó su rotundo rechazo a la futura ley, aunque asegura que «acatará la ley». Hay escudos en la sede de Capitanía General y de dos colegios públicos.

c) Salamanca: El Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca, cambiará su nombre por el de Centro Documental de la Memoria Histórica.

d) Franco ha sido alcalde honorífico de Avilés hasta finales de 2007.

En concreto, en Sevilla, la Ley de Memoria Histórica ha tenido numerosas repercusiones.

Decía a principios de 2008 El País: «El Ayuntamiento mantiene la calle de Carrero Blanco y los monolitos de Alférez Provisional y Marineros Voluntarios. Además, el ayuntamiento, no tiene intención de retirar los monumentos ni cambiar el nombre de las calles».

Sin embargo, el Ayuntamiento ha creado una comisión de memoria histórica. De esta manera, anunció que un total de 64 calles cambiarán su nombre, para eliminar las referencias franquistas. El gobierno social-izquierdista

4) Conclusiones Generales:

Al final, la Ley no resulta ser tanto el castigo a un supuesto culpable como su estigmatización. En sentido estricto, la memoria no puede imponerse por ley, ya sea personal o histórica. Según el filósofo José Luis Avellán en Diario Vasco, la expresión «ley de la memoria» es contradictoria en sí misma. En un blog hallado en ttp://comunidad.libreopinion.com se llega a decir que el proyecto de Ley mantiene «el espíritu sectario que lo animó desde el principio». Sabiendo que en España hubo un régimen político que impidió el ejercicio de la memoria, veo lógico que, de modo circunstancial y delimitadamente, se den facilidades legislativas a gente a la que se le impidió enterrar y recordar a sus muertos como es debido. El filósofo prosigue así: «En cuanto al exilio republicano es preferible que las instituciones –políticas, educativas, docentes– den facilidades para que los historiadores realicen la necesaria tarea de recuperación».

En cuanto a lingüística, he tomado conciencia de la generalización del término “memoria histórica” para referirse a un periodo concreto de la historia española, como es la Guerra Civil y el franquismo. Su uso es en absoluto erróneo y tendencioso. Se ha conseguido que, en buena medida, la imagen mental de la ciudadanía en torno al término “memoria histórica” aluda a estos aspectos, y no a su uso generalista: el esfuerzo consciente de los grupos humanos por entroncar con su pasado, sea éste real o imaginado, valorándolo y tratándolo con especial respeto.

Ya se sabe, como dijo Water Lippman, que «no es posible que los ciudadanos sean omnicompetentes, es decir, capaces de emitir juicios razonados sobre cualquier asunto social», pero sería preciso aclarar muchos asuntos en torno a cuestiones como la creación de leyes, como esta sobre la Memoria Histórica. Y respecto a la sobredicha, dijo el historiador Anthony Beevor en una entrevista en El País recientemente: «Cuando hay algo como el Pacto del Olvido es como si quisieras tapar una herida profunda. Si hay una herida profunda debes airearla, porque si no se pudre. En España se tapó, nunca se discutió una vez muerto Franco. Hubo muchos libros sobre la guerra civil nada más morir el dictador, pero después no hubo nada…».

El problema en particular en España es que la izquierda, después de la humillación de la derrota y de la opresión que sufrió durante la dictadura, no pudo contribuir a esa memoria una vez caído el régimen. Y esto produjo mucha frustración. Los que murieron por parte de la derecha fueron enterrados en tumbas, como mártires. Y era importante que los muertos del otro bando fueran identificados y enterrados como es debido.



Gil de Biedma: Recuerda

Hermosa vida que pasó y parece

Ya no pasar…

Desde este instante, ahondo

Sueños en la memoria: se estremece

La eternidad del tiempo allá en el fondo.

Y de repente un remolino crece

Que me arrastra sorbido hacia un trasfondo

De sima, donde va, precipitado,

Para siempre sumiéndose el pasado.

Este poema me resulta compatible con ambas posturas en torno a la Memoria Histórica: compatible con una lectura de los que la rechazan por su evidente carácter removedor, o con los que quieren poner los puntos sobre las íes. No tiene utilidad un poema aquí, salvo para demostrar que cualquier ideología puede proyectarse hacia un mismo objeto, y utilizarse posteriormente con fines antagónicos.

[Apología a la Ecología] : [El Árbol de la Ciencia]


Krisis significa “elección”, no el uso que hoy le damos obsesivo y pesimista. Autoritas significa “ayudar a crecer”, no el uso que hoy le damos a “Autoridad”.

El lenguaje es la materia prima del ser humano para conformar el mundo. Entendemos el “Crecimiento” como aumento económico, no como avance personal, cultural, etc. “Sostenibilidad” es igual de ambiguo y engañoso. ¿Qué nos está pasando a los seres humanos, cuando llamamos planes sostenibles a dinamitar acantilados o potenciar extractoras de petróleo?

Es la arrogancia del avance. Es el árbol reseco de la humanidad. Preguntamos al sistema cómo actuar, pero las respuestas están en nuestro interior. Es nuestra propia ética (ethos) la que estamos olvidando. Estamos valorando el Presente, obviando el Futuro, y menospreciando el Pasado. Pero la herencia mal heredada y el largo plazo de nuestras acciones pueden secar las hojas del presente. Caemos en la fractalidad del presente y su espiral hacia el vacío.

Desde las raíces del árbol de la ciencia, debemos regar con el agua de la intelectualidad. Nuestro cerebro es 75% agua. El agua es fertilidad, el comienzo, la vida. Y nos estamos quedando sin ella, como sin ética.

El tronco de la ciencia, es la simbiosis entre cultura humanística y cultura científica. Ésta división, es una clasificación errónea. La Cultura es una sola. De esta manera, nunca podremos imaginar toda la poesía que hay en la ciencia, y nunca extraeremos una fórmula para el amor, nunca entenderemos la metafísica de las pasiones.

El árbol de la ciencia no es una bonita metáfora, es real. Sus ramas son los diversos resultados, lecturas, variantes… Globalización, pluridisciplinareidad, multiplicidad, del mundo actual. Las ramificaciones de la cultura son necesarias, pero tenemos que saber aunar, y evitar a los podadores. Los medios de comunicación ejercen esta responsabilidad social, y se están cargando el mundo, están deshidratando la ética.

…hoy, la ciencia nos ha permitido saber medirlo todo… sin embargo, hoy ya no somos el Hombre de Vitrubio; ya no somos la medida de todas las cosas… Necesitamos un nuevo Renacimiento.

Divulgar”, otro término sapientísimo, que actualmente hemos desvirtuado bajo consideraciones negativistas. Divulgar suena a vulgar. El divulgador… suena a murmurador, propagandista, conflictivo, y los diccionarios de sinónimos lo recogen así.

Existen hoy el 90% de los científicos de toda la historia de la humanidad. Sin embargo, casi ninguno es divulgador de cultura. Ya no se trata de que haya que vigilar las posibilidades de caos como con la bomba atómica; sino también por la sistematización de la credibilidad. Decimos "esto lo han dicho los científicos", y nos lo creemos todo.

Recuperemos esta savia del saber. Tengamos entusiasmo, indagación… disposición de nuestro espíritu.

La Naturaleza es todo. La Biofilia debería ser nuestra prioridad en la Cultura. Tanto ciencia como poesía, han tratado la naturaleza como tema clave: A Copérnico, una motivación estética le movió a desarrollar el heliocentrismo, a Einstein le sucedió de manera parecida con la Teoría de la Relatividad. La Teoría de las cuerdas, que se está desarrollando en la actualidad, no peca de tal componente aceptablemente bello. Teniendo esto en cuenta, la ciencia debe ser un trance voluptuoso. El arte es más sensato que la ciencia, este postulado es inestimable.

Ante esto, la clásica división que ensayó Charles Percy Snow en Las dos culturas (se refiere a Ciencias y Letras), es hoy errónea. Deben reconciliarse.

Virginia Wolf dijo: «La naturaleza y las letras parecen tenerse una natural antipatía; basta juntarlas para que se hagan pedazos».


Por tanto, nunca ha existido la cultura sin naturaleza. Sin embargo, tal vez pronto no haya naturaleza sin cultura. Tal vez pronto quedemos “desterrados de la Tierra”. Esta fractalidad puede ser nuestra fatalidad. Reconozcamos nuestras sintonías y sacralicemos nuestra naturaleza, no nuestra ciencia. Ya que el desarrollo técnico no implica un mayor desarrollo social. Nunca olvidemos el Factor Humano.

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Apoyo temático: Joaquín Araujo Ponciano, Jessica Jacques, Habermas, Kant, Aldous Huxley.